La expansión de la energía solar fotovoltaica continúa a un ritmo más que considerable, ya no solo en España, sino también a nivel internacional. El fenómeno es global. A nivel doméstico, por ejemplo, solo en lo que llevamos de año ya se ha conseguido generar más energía solar fotovoltaica (21.001 GW) que durante todo el pasado año 2021 (20.954 GW).
La apuesta firme por esta tecnología renovable por parte del Ejecutivo trae consigo la conexión periódica de plantas fotovoltaicas de tamaño medio como por ejemplo la última que acaba de conectar Valfortec en un lugar tan rico y diverso a nivel medioambiental como es la Isla de Mallorca. Esta isla es un auténtico tesoro ya que cuenta con 100.300 ha (14,90% de su superficie total) catalogadas como patrimonio natural. Sa Dragonera, S’Albufera, Llevant, Mondragó o la Serra Tramuntana, que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2011, son sus áreas protegidas más relevantes.
La compañía castellonense especializada en el desarrollo integral de instalaciones fotovoltaicas prosigue con su expansión a nivel nacional y desembarca en un territorio totalmente novedoso, ya que hasta la fecha no existía ningún proyecto ejecutado en suelo balear.
Así pues, ‘Camp d’En Bover’, que así es como se llama el parque fotovoltaico reciente-mente conectado a la red eléctrica insular, es el primer proyecto en las Islas Baleares de Valfortec, titularidad de su filial Energia Neta Santanyí SL, y está ubicado en la localidad de Santanyí (Isla de Mallorca). El parque ocupa una superficie de 3,6 hectáreas en una parcela rural comprendida en el término municipal en la localidad balear.
La instalación tiene una potencia instalada de 3,7 MW gracias a los 8.216 módulos fotovoltaicos de la firma Benyondsun. Estos funcionarán conjuntamente a la perfección con 17 inversores de string del fabricante ABB-Fimer. A pleno rendimiento, esta infraestructura renovable será capaz de generar una energía anual de 5.686 MWh, lo suficiente como para abastecer de energía eléctrica totalmente respetuosa con el medio ambiente a más de 2.000 hogares de la población de Santanyí (12.000 habitantes).
Y todo esto se ha conseguido ejecutando una completa y exhaustiva estrategia de sostenibilidad que permitiese garantizar una compatibilidad total de la planta fotovoltaica con el entorno más inmediato. Es decir, se han respetado todos los aspectos medio ambientales y paisajísticos autóctonos de la zona con el fin de preservarlos.
Por ejemplo, junto a todo el perímetro de la infraestructura se han plantado una gran cantidad de especies autóctonas de la zona como son el Lentisco y el Algarrobo. Ambas especies no solo servirán para integrar a la perfección la planta fotovoltaica en el entorno (barrera vegetal natural), sino que también ayudarán a que aves típicas de la zona como la Abubilla, la Paloma torcaz o el Cernícalo proliferen a tan solo unos pocos metros de los paneles, sin que estos interfieran de manera negativa.
Por otra parte, durante los trabajos de adecuación del terreno también se tuvieron en cuenta las especies existentes in situ. Así pues, algunas especies como Higueras y Almendros fueron trasplantadas vivas a las inmediaciones con el propósito de enriquecer el cinturón verde extendido perimetralmente.
Además, las propias características orográficas de la parcela (terreno prácticamente llano) junto a la ausencia de movimiento de tierras a la hora de realizar la obra civil permitirán a las ovejas acceder a la parcela para que se encarguen de hacer un control natural del crecimiento de la vegetación coexistiendo con especies como la Marta, el Erizo o la Comadreja. La existencia de la instalación Camp d’En Bover no supondrá, en ningún caso, una incompatibilidad a la hora de plantar nuevos cultivos en sus inmediaciones.
Que Valfortec pueda generar energía verde en un entorno tan privilegiado como las Islas Baleares es ‘un auténtico privilegio, ya que ayudamos a que sean un espacio mucho más sostenible y en definitiva, único’ afirma Fidel Roig, Director General de la organización castellonense.
Destacar que es un proyecto acogido a la línea de ayudas a proyectos de Economía Baja en Carbono, en instalaciones de producción de energía eléctrica con tecnologías eólica y fotovoltaica, situadas en territorios no peninsulares, cofinanciada por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) y gestionada por el IDAE, con el objetivo de conseguir una economía más limpia y sostenible. Una manera de hacer Europa. La inversión total del proyecto ha sido de 2.920.084 € y el importe de la ayuda asciende a 333.000 €.